Estoy harto de las fotos del “antes y después” que solo muestran el pico... Nunca el desplome.

Harto de las operaciones bikini, de los retos épicos y de la motivación barata estilo Rocky Balboa.

Harto de ver a gente ilusionarse y motivarse durante 3 meses…

... y apagarse los 9 siguientes.

Porque casi siempre pasa lo mismo:

Cuando alguien te persigue... Rindes.

Cuando hay un reto... Cumples.

Cuando el plan es nuevo... Progresas.

Pero cuando desaparece el estímulo... Desaparece la conducta.

¿Te ha pasado?

Pues te digo que no solo es culpa tuya.

También es culpa del modelo.

Pero la vida real no te permite estar motivado cada semana del año.

Y tampoco debería depender del apoyo externo constante.

Por eso dejé de vender mis servicios de entrenamiento personal.

Porque entendí que el verdadero problema no era entrenar.

Era aprender a sostener el entrenamiento sin un andamio externo.

Bien.

Mi propuesta es sencilla.

Escribo una newsletter a la que llamo Cartas indomables.

Estas cartas no son de motivación.

Ni de rutinas, dietas o ejercicios.

Son radiografías brutalmente honestas del conflicto entre las necesidades de la naturaleza humana y el estilo de vida moderno...

(y de cómo lo aprovecha la industria del fitness a su favor).

En cada email señalo y destilo:

• ideas, creencias y patrones que te impiden tener una relación sana con el hábito de entrenar.

• razones por las que solo entrenas cuando estás motivado o tiras de fuerza de voluntad heroica.

• claves para integrar el entrenamiento en tu vida sin depender de andamios externos.

Obviamente no te prometo que leyendo estas cartas conseguirás entrenar cada día y disfrutarlo...

... pero sí te prometo que aprenderás a hacerlo sin dramas... y a relacionarte de una manera más sana con ello.

En resumen.

Que si lo que quieres es entrenar de forma estable y autónoma (aunque tu vida sea un caos), te puedes apuntar aquí.

Justo debajo.

Además...

Al apuntarte, recibirás un email de bienvenida donde explico algo que casi nadie se atreve a decir:

Lo mismo que le cuento a la gente que aprecio cuando me preguntan por mis servicios y su precio.

No es un email comercial.

Es un filtro.

Ahí cuento, con total transparencia, por qué si es tu primera vez intentando entrenar, no te puedo ayudar.

Y por qué, si ya lo has intentado varias veces y sigues sin sostenerlo, quizá sí.

En ese email también explico sin rodeos:

• La única condición real para la adherencia (y no es disciplina).

• Las tres premisas que marcan la diferencia entre avanzar y dar vueltas.

• El mayor error que comete la mayoría al buscar un entrenador.

• Por qué la IA es una herramienta que debes entender antes de pagar por un servicio.

Te aviso:

No es un email amable.

Es un mensaje que te coloca delante de ti mismo.

Si después de leerlo sigues pensando que te cuadra, tiene sentido que estemos en contacto.

En caso contrario, te desapuntas en el enlace del final del email y tan amigos.